Martin Hadis

Literatura, tecnología y otros enigmas del pensamiento.

Héctor Germán Oesterheld
Una biografía literaria
Héctor Germán Oesterheld nación en Buenos Aires el 23 de Julio de 1919. Héctor fue el cuarto de cinco hermanos. Sus padres fueron Fernando Adolfo Oesterheld y Elvira Ana Puyol. Su abuelo paterno Ferdinand Kurt Oesterheld, descendiente de una familia aristocrática alemana, había venido de Bremen y se había instalado en San Nicolás de los Arroyos. Allí poseía varios campos, que el pequeño Héctor solía visitar en su infancia.

Oesterheld aprendió a leer desde muy pequeño. Sus hermanos mayores eran ya muy lectores y habían armado una biblioteca propia; Héctor aprovecha la disponibilidad de tantos libros para leer a Salgari, Defoe, Stevenson y Verne, “este último continuamente” (O1 : 13) . Más adelante recordará haber leído su primera novela policial a la edad de cinco años. Para cuando cumple seis años “ya casi se sabe de memoria La Isla del Tesoro, Los piratas de la Malasia y Robinson Crusoe” (O1 : 7)

Por sus raíces, su padre lo envía al colegio Goethe Schule, que en aquel entonces era “el colegio selecto de la colectividad alemana” (T : 94) La crisis de 1930 golpea de lleno a las finanzas y el patrimonio de su familia, que pierde sus campos. Sus padres se trasladan a Rosario, donde Héctor cursa el sexto grado de la primaria. Ya de regreso en Buenos Aires, comienza sus estudios en el colegio Manuel Belgrano. A sus conocimientos de alemán, Oesterheld agrega el inglés, el francés y el italiano, idiomas que aprende a manejar perfectamente y que le permiten ampliar sus lecturas.

Al momento de decidirse por una carrera universitaria, los recuerdos de su infancia en el campo lo impulsan a estudiar geología. Se inscribe entonces en el Doctorado en Ciencias Naturales (equivalente a una actual licenciatura) en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires. Mientras estudia, trabaja como becario en la empresa estatal Y.P.F. , y esto lo lleva a realizar viajes como alumno-geólogo a (entre otros lugares) Comodoro Rivadavia (Chubut), Tupungato (Mendoza) y Zapla (Jujuy) (O1 : 8). Más delante trabajará también en un laboratorio de minería.

En la Universidad no le va tan bien como cabría esperar: tiene tantos intereses que no puede evitar distraerse. En sus propias palabras: “quiere seguir leyendo más y más, quiere el teatro, quiere el cine, quiere reformar el mundo” y “con tantos amores a la vez, no puede atenderse ninguno bien" (O1: 8). Recibe un aplazo y tras otro y finalmente, deja la carrera. Sobrevienen “días negros, muy negros…” (O1 : 9).

Pero por ese entonces conoce también a su novia y futura esposa, Elsa Sánchez. “La luz” -escribirá más tarde- “es ella." y agrega "ELLA, la novia”. Esta relación llena a Héctor de felicidad; Elsa lo impulsa además a retomar sus estudios y rinde las materias que le faltaban “con velocidad de metralleta” Por ese entonces ocurre otro evento afortunado: Héctor había escrito un cuento sobre dos duendes que se titulaba “Trulia y Miltar” y se lo dio a un compañero suyo de la facultad, José Santos Gollán, para que lo leyera. A este le gustó tanto que se lo dio a su vez a leer a su padre, que era el director del suplemento literario del diario La Prensa. Como resultado cuento de Oesterheld salió publicado en el suplemento literario de ese diario el 3 de enero de 1943. Fue su primera publicación.

En mayo de 1946 Héctor rinde la última materia de su carrera y al año siguiente se casa con Elsa . A partir de entonces se dedica a escribir textos de divulgación científica para niños para la editorial Codex y editorial Abril. En 1948, esta últimale ofrece la dirección de su revista Misterix. Oesterheld acepta y ese hecho sella su vocación: decide ser guionista de historietas. Pocos años después publica en esa revista a varios de sus personajes más conocidos:el aventurero espacial Bull Rocket (1952) y el héroe errante del Lejano Oeste, Sargento Kirk (1953).

Por esos años nacen las cuatro hijas del matrimonio Oesterheld-Sánchez: Estela (nacida en 1952), Diana (1953), Beatriz (1955) y Marina (1957). Hector tuvo siempre con ellas una relación muy cálida y cercana; Elsa se referiría a él una y otra vez como “un padre ejemplar”.

En 1956 Oesterheld decide fundar una editorial propia, Frontera, que publica varias revistas de historietas. Entre estas figura Hora Cero Semanal, en cuyo primer numero (fechado el 4 de septiembre de 1957) aparece primera entrega de El Eternauta. Ese mismo año Oesterheld comienza a publicar las aventuras de Ernie Pike, corresponsal de guerra que narra distintos episodios bélicos. Las historias relatadas por este cronsita ponían énfasis en la faceta humana de los combatientes, algo inusual en historietas de esa temática.

En 1958-1959 Oesterheld desarrolla otro gran personaje con dibujos de Alberto Breccia: Sherlock Time. Este era una suerte de investigador de fenómenos extraños, enigmas históricos y paradojas científicas.

En 1961, Editorial Frontera se disolvió por diversos motivos financieros y administrativos. Oesterheld debio ceder sus personajes a Editorial Ramírez. Posteriormente, esta los transfirió a Vea y Lea, que continuó publicando historietas de Frontera hasta 1963.

En 1962 comenzó a desarrollar un nuevo personaje, con dibujos de Alberto Breccia: Mort Cinder. Se trata de un hombre eterno, pero no inmortal: es una suerte de "hombre fénix" que muere y renace una y otra vez. Así participa en diversas aventuras, algunas de las cuales coinciden con episodios históricos conocidos.

En los años siguientes Oesterheld escribe sucesivos relatos de invasiones extraterrestres, varios de ellos relacionados directamente con El Eternauta.

Entre fines de la década de 1960 y mediados de los ´70 Oesterheld hace un recorrido interno que lo llevó a replantearse muchas de sus convicciones. Hasta entonces no había tenido actividad partidaria alguna. Sin embargo, comenzó a involucrarse cada vez más en política y llegó a integrar la organización guerrillera Montoneros. Dentro de esta parece haber continuado realizando las tareas típicas de su profesión: la dirección editorial de un diario y el desarrollo de guiones de historietas. En 1977 fue secuestrado por el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional. Desde entonces permanece "desaparecido", el eufemismo que ese régimen utilizaba para encubrir los secuestros y asesinatos que perpetraba.

Pero quienes intentaron silenciarlo no lograron su cometido. Por el contrario El Eternauta sigue fascinando a cada nueva generación y el número de traducciones a otros idiomas no hace más que aumentar. También han sido reeditadas muchas otras obras de su autoría, entre ellas las arriba mencionadas Mort Cinder y Sherlock Time. Y aún quedan muchas más por investigar, explorar y reeditar.


Nota: la sigla O1 en las citas que figuran en esta biografía corresponden al libro Oesterheld en primera persona.

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