ANTES DE EL ETERNAUTA
Rolo, el predecesor
de El Eternauta
Antes de inventar a Juan Salvo, Oesterheld creó otro
personaje que también luchaba contra los extraterrestres
Oesterheld comenzó a escribir esta historieta en mayo de 1957, varios meses antes de empezar con El Eternauta; la última entrega fue un año después, en mayo de 1957. Apareció en la revista Hora Cero Mensual. Oesterheld la firmó con un pseudónimo: C. de la Vega. Abarcaba trece episodios, a los que luego se sumaron tres más escritos por Jorge Mora (seudónimo de Jorge Oesterheld, hermano de Héctor), y luego otros siete unitarios publicados en Hora Cero Extra. Los dibujos estuvieron a cargo de Solano López.

ARGUMENTO Y PERSONAJES

La acción transcurre en los años '50 en Buenos Aires. El protagonista, Rolo, es un maestro de escuela primaria y presidente de un club local, que junto a sus amigos enfrenta una invasión extraterrestre. El grupo está compuesto por personajes de barrio: “Fierro” Lara (vicepresidente del club y tornero), “Fideo” Ribas (tipógrafo), “Crema” Pérez (amante del tango) y “Mediavaca” Arrastía (peón frigorífico). La historia comienza -como El Eternauta- en un día cualquiera. La aventura irrumpe en la vida cotidiana del protagonista que hasta entonces vivía tranquilamente y sin sobresaltos. De su rutina como maestro de escuela se ve de repente involucrado en una aventura que pone en juego el futuro entero de nuestro planeta.

El lector encontrará en este relato el germen de muchas ideas que luego florecen en En Eternauta. Por ejemplo, en sus viñetas figura ya la idea de usar trajes aislantes:
Y si bien no hay en esta historia nevada mortal que acorrale a los personajes, estos terminan de todos modos aislados. Los invasores los tienen amenazados: si cuentan lo que está ocurriendo, la Tierra será arrasada. Rolo y sus compañeros se ven por lo tanto obligados a trabajar en silencio. Primero, simularán que cooperan con los Pargas pero luego procederán a enfrentarlos con la misma mezcla de inteligencia y astucia que luego desplegarán Juan Salvo, Franco y Favalli.
Otra anticipación de El Eternauta es que la tira evoluciona desde una descripción cercana del barrio—con énfasis en la escuela y el club— hacia una aventura de ciencia ficción que abarca invasiones, viajes a otros planetas y combates con platos voladores. En la misma línea que El Eternauta, la trama de Rolo, el marciano adoptivo apunta a librar a nuestro planeta de una invasión extraterrestre. Sin embargo, su tono es más liviano y se permite incluso la parodia y la sátira. En este sentido, la relación entre Rolo y El Eternauta es similar a la que existe entre El Hobbit y El Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien.

INNOVACIONES Y RASGOS DISTINTIVOS

La gran novedad que introduce Rolo, el marciano adoptivo es la aparición de personajes comunes en un género en el que hasta entonces predominaban héroes con superpoderes Como señala Juan Sasturain, “la novedad reside en que por primera vez –al no existir un héroe cuyo hábitat natural fuera lo fantástico– los personajes se revelan en la acción y se van haciendo héroes ante las circunstancias sucesivas. Lo que distingue a los protagonistas no es su excepcionalidad sino el hecho de ser enfáticamente corrientes” Solano López, el dibujante, coincide en sus declaraciones: “Rolo encarnaba la normalidad, el buen sentido y la inteligencia, y su imagen lo trasuntaba. Más inteligente que fuerte, de frente amplia y mirada penetrante, mediano y no demasiado musculoso. Y así [también] los demás. Los personajes argentinos entraban en la historieta de aventuras de la mano de un realismo costumbrista"

LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE ROLO

Rolo, el marciano adoptivo es considerada por la crítica y los propios autores como un “ensayo” o antecedente directo de El Eternauta. Ambas obras comparten la idea de la aventura que irrumpe en la vida cotidiana y saltan de los escenarios locales a la ciencia ficción espacial. Solano López recuerda que cuando pensó en hacer El Eternauta, Oesterheld pensó en hacer una historieta de ciencia ficción similar a Rolo, el marciano adoptivo pero que además fuera al mismo tiempo más sombría y más realista. Por este motivo, dentro de la producción de Oesterheld, se considera a Rolo como una obra experimental pero a la vez una pieza clave en derivó en El Eternauta. Como puede verse a continuación, la historieta fue republicada en 2009 por la revista Fierro

Yo recomiendo sinceramente su lectura. A pesar de no ser tan seria como El Eternauta, rebosa de creatividad y percepción científica. Si bien la acción es mucho más convencional y menos dramática, el lado científico de Oesterheld se luce imaginando criaturas y ecosistemas de distinta índole que realzan el relato.