ilustraciones, figuritas e historietas
Entrevista a Nelly Oesterheld:
los recuerdos de una artista con luz propia
Por Patricia Arano
Nelly Oesterheld: la hermana de Héctor Oesterheld, el creador de El Eternauta.

Llegar a la casa de Nelly Oesterheld es como deslizarse a otro universo: un paseo a la infancia, con olor a colegio, figuritas con brillantinas, colores fuertes plenos y -sobre todo- la luminosidad: esa con la que miramos a los 9 o 10 años. Todo esto respiro mientras toco su puerta entre plantas y ladridos que vienen de adentro o del fondo. Nelly me abre y lo primero expresión que veo es una sonrisa y después la sorpresa porque no creyó que le iba a llevar la tarta de manzanas con la que iluminaría el sol de un sábado de octubre entre palabras y memorias.

Nelly Oesterheld: Mirá yo dibujaba antes de escribir, como todos los chicos, en mi familia éramos cinco hermanos, y con quien compartía los juegos era con Héctor mi hermano, pero él no dibujaba, no sabía ¡Le costaba muchísimo! ( se ríe) El escribía claro, las historias, pero eso fue después. ¿Sabes quien era él?

Patricia Arano: Sí, claro, el autor y guionista de la historieta El Eternauta ,la mas famosa de la extensísima cantidad de textos que él ha escrito. Y cuando trabajaban juntos ¿era él, al que le gustaba mas escribir?

Nelly: Le gustaba dibujar, lo que pasa es que era ¡un patadura!... entonces se dedicó a escribir y yo ilustraba sus cuentos para chicos, ah, vení que te preparé algo sobre mis trabajos.

Nelly me muestra dibujos de libritos de colores para chicos, los despliega con delicadeza, y surgen hadas, osos, príncipes bailando en una maquinaria de papel cartón , y otro y otro más, todos crecen. La cocina se puebla de personajes que no importa como los coloques siempre te miran.

Patricia: Este es un arte antiguo, troquel ¿puede ser?

Nelly: Esos que mirás, se los daba a la editorial con todas las explicaciones para el recorte. Tenía que medir y doblar y les especificaba a los de la editorial por donde debían cortar y ellos seguían las instrucciones.

Patricia: Es decir que, salvo los colores impresos, prácticamente los armaba usted, un trabajo muy difícil.

Nelly: De ingeniería casi (se ríe). En Brasil los editores les decían el libro juguete

Nelly abre un libro mas grande y es todo un carrusel con sus caballos, tirantes y techo. El libro toca tapa y contratapa formando una calesita perfecta; dos nenitas me observan a carcajadas.

Como te decía la técnica era de pre-troquelado y troquelado ¡se hacía dibujo por dibujo! Todo esto es una muestra, con el tiempo los he regalado a chicos de escuelas, antes de venir a Trelew. Cuando trabajaba en las escuelas había una teoría en esa época en educación que decía que había que introducir a los mas chicos en la realidad a través del cuento maravilloso. Y yo pienso que aún el cuento de hadas es una forma de mostrar la realidad; el cuento ilustrado hace que el choque con lo real sea menos duro.

Ahora veo un álbum de figuritas con brillantes, mariposas y todo el repertorio de personajes de cuentos clásicos ingleses, ahí impecables, pienso que hubiera hecho cualquier cosa para tenerlos desde mis ocho años, tal vez los tuve, estos, los de ella, en un patio de colegio. Sigo viendo originales en lápiz, aparece el hombre de hojalata del Mago de Oz, con su hacha y una mano secando una lágrima redondita, una flor corona un embudo invertido que es su sombrero, él mira hacia la izquierda del cuadro, a lo lejos, y me enamoro de él a primera vista.

Patricia: ¿Cómo se acerca a las Editoriales para publicar, ya en forma profesional?

Nelly: Mirá te lo cuento con una de mis anécdotas. Una vez estábamos caminando por una calle saliendo de una editorial con Tito (se refiere a su hermano Héctor) y él me decía -"¡No hay derecho, yo escribo la historia y me pagan una miseria y vos cobrás más por ocho dibujos locos!" Claro, porque los libritos eran con ocho ilustraciones por ese entonces, hace mas de 40 años (se ríe a carcajadas). Pero claro, fijate que el trabajo de un dibujante, si se quiere, es más complejo porque tenés que mantener las mismas facciones del personaje a través de las hojas. En cambio el guionista hace una o dos hojas de una vez, claro, porque el dibujante se debe supeditar al guionista y no al revés. Bueno, no se ahora como será.
El libro-troquel "Calesita y Parque", diseñado e ilustrado por Nelly.

Mi hermano era un muy buen guionista porque le daba las instrucciones precisas a los dibujantes de historietas: dónde entrar en un determinado diálogo con tal primer plano del rostro, o bien que tal paisaje se ajustara al tono dramático de la acción. Él era increíble… Tenía toda la obra en su cabeza, y como en el cine se imaginaba todo con movimientos de planos en secuencias y ¡eso! Le indicaba al dibujante los planos con la parte explicativa para que ajustara el dibujo al guión.

Pero en cuanto cómo me contrataron a mi, fue por Héctor, ya que él había mostrado mis dibujos a un editor, pero no les dijo que eran de su hermana. Yo había hecho un ratón, él lo mostró, gustó y ahí empecé a trabajar profesionalmente junto con mi hermano. El hacía los textos y yo los ilustraba. Hicimos los libritos infantiles juntos. Y después él hizo su carrera brillante.

Nelly Oesterheld: Mirá yo dibujaba antes de escribir, como todos los chicos, en mi familia éramos cinco hermanos, y con quien compartía los juegos era con Héctor mi hermano, pero él no dibujaba, no sabía ¡Le costaba muchísimo! ( se ríe) El escribía claro, las historias, pero eso fue después. ¿Sabes quien era él?

Patricia Arano: Sí, claro, el autor y guionista de la historieta El Eternauta, la mas famosa de la extensísima cantidad de textos que él ha escrito. Y cuando trabajaban juntos ¿era él, al que le gustaba mas escribir?

Nelly : Le gustaba dibujar, lo que pasa es que ¡era un patadura!... entonces se dedicó a escribir y yo ilustraba sus cuentos para chicos. Ah, vení que te preparé algo sobre mis trabajos.

Nelly me muestra dibujos de libritos de colores para chicos, los despliega con delicadeza, y surgen hadas, osos, príncipes bailando en una maquinaria de papel cartón , y otro y otro más, todos crecen, la cocina se puebla de personajes que no importa como los coloques siempre te miran

Patricia: Este es un arte antiguo... Troquel ¿puede ser?

Nelly: Esos que mirás, se los daba a la editorial con todas las explicaciones para el recorte. Tenía que medir y doblar. Y luego les especificaba a los de la editorial por donde debían cortar y ellos seguían mis instrucciones.

Patricia: Es decir que salvo los colores impresos, prácticamente los armaba usted, un trabajo muy difícil.

Nelly: Sí, de ingeniería casi (se ríe). La técnica era de pre-troquelado y troquelado ¡Dibujo por dibujo! En Brasil los editores les decían el libro juguete

Nelly abre un libro mas grande y es todo un carrusel con sus caballos, tirantes y techo, el libro toca tapa y contratapa formando una calesita perfecta. Desde las páginas, dos nenitas me observan a carcajadas.

Patricia: Su hermano al dedicarse a los guiones aparte de trabajar juntos, estuvo con grandes dibujantes del género. Imagino que usted habrá conocido a algunos que representaron esa "Época de Oro" de nuestra historieta.

Nelly: Claro por supuesto: a Alberto Breccia, el dibujante que hiciera otra versión del Eternauta (la de 1969), a Solano López, que hizo gran parte de los dibujos en nuestra casa en Belgrano. Prácticamente mi casa era una Editorial, pero no tuve tanto contacto con ellos.
Y luego por esos años, los '70, me fui a Bariloche y me enviaban los libros por correo. Todo esto fue antes del golpe de Videla.

Patricia: Usted se salvó de un montón de cosas al irse a Bariloche.

Nelly: Sí, me salvé pero sin quererlo. Me fui por que me encargaron un trabajo muy lindo de mapas para las escuelas. Estaba como en otro mundo, todavía no había sucedido el golpe militar. Tito estaba en otro mundo también pero él participaba de la realidad queriendo hacerlo, comprometido en una ideología en contra de la Dictadura, y no sólo esa dictadura sino de otras anteriores. Mirá, Tito era un antiperonista a muerte; tanto que en las manifestaciones estudiantiles a él lo corrían a balazos.
El "perfil" Oesterheld, una marca de familia.
Una muestra del buen humor de Nelly al dejarse fotografiar así para esta imagen "comparativa"...
todo esto es una muestra, con el tiempo los he regalado,a chicos de escuelas, antes de venir a Trelew, cuando trabajaba en las escuelas había una teoría en esa época en educación sobre que hay que introducir a los mas chicos en la realidad a través del cuento maravilloso y yo pienso que aún el cuento de hadas es una forma de mostrar la realidad, el cuento ilustrado hace que el choque con lo real sea menos duro.

Ahora veo un álbum de figuritas con brillantes, mariposas y todo el repertorio de personajes de cuentos clásicos ingleses, ahí impecables, pienso que hubiera hecho cualquier cosa para tenerlos desde mis ocho años, tal vez los tuve, estos, los de ella, en un patio de colegio. Sigo viendo originales en lápiz, aparece el hombre de hojalata del Mago de Oz, con su hacha y una mano secando una lágrima redondita, una flor corona un embudo invertido que es su sombrero, el mira hacia la izquierda del cuadro, a lo lejos, y me enamoro a primera vista de él.

Los nombres de los dos hermanos en la portadilla del libro Chipio, el gorrioncito peleador. Héctor figura como autor del cuento y Nelly como ilustradora.
Patricia: Siendo tan compinches ¿used lo acompañaba en las manifestaciones políticas?

Nelly: No, no podía aunque quisiera ya que, siendo muy chica sufría de “desmayos fulminantes”, es decir una especie de desvanecimiento que duraba poco. Fue así durante bastante tiemp. Luego un tratamiento me curó, pero a veces no podía viajar o caminar un trecho corto en una vereda. Esto que te cuento, junto a otras circunstancias, sin quererlo me salvó la vida. Además de los trabajos de mapas hice uno de figuritas (como trescientas) que gustó mucho a la Editorial Sigmar y por eso me dieron como premio el viaje a Bariloche y me quedé fascinada con el lugar. Había llegado en tren y esas curvas que hacía la máquina antes de llegar fue como el giro de mi destino. Decidí quedarme, tal vez esa fascinación me venía por mi ascendencia paterna alemana, el amar las montañas, mientras que mi mamá era criolla mezclada con vascos: Pujol o Puyol.

Patricia: Su familia, y demás hermanos ¿siguieron en Buenos Aires mientras usted vivía en Bariloche?

Nelly: Sí. Y te aclaro algo mas: cuando ya Tito comienza a hacer sus trabajos con varias editoriales, ya vivíamos en distintos lados de Buenos Aires. O sea que cuando me fui, digamos que ya estábamos todos desperdigados. Tito vivía en Beccar, yo en Belgrano y ya no nos veíamos tanto como antes. Te estoy hablando de los años '50; imaginate después.

Te cuento algo que me acordé por el lado del dibujo y el carácter persistente de mi hermano que me ayudó a vivir de lo que me gustaba por mas de treinta años. Yo tenía cierta tendencia a la comodidad: si veía que un dibujo, es decir un personaje, me salía bien (para mi gusto) de entrada lo dejaba así y listo. Pero Tito me decía – "No seas pascuata, seguí eso, volvé a hacerlo muchas veces. Mirá, para que te convenzas, pensá en un conejo con corbata y a ver como te las arreglás". Entonces me dio una imagen y me dijo que la hiciera y al lado que hiciera otra igual y así tantas como pudiera. Primero dibujé una hoja... ¿Conociste vos los blocks de papeles "Coloso"? Bueno, eran enormes y yo dibujé ese conejo, ¡todo el block! Él tenía razón, el último conejo fue perfecto. Él no dibujaba pero tenía un gran espíritu crítico por su profesión en las ciencias.

La sonrisa de Nelly Oesterheld
Patricia: Ciencias en Geología ¿no?

Nelly: Sí. Pero no ejerció por demasiado tiempo. Te cuento como fue la carrera de mi hermano: él estaba en un lugar en el que analizaban tanto los metales de oro y plata como a las piedras preciosas, pero era el oro montado en un cono casi terminado lo que él recibía para analizar los quilates del oro. Y su compañero de trabajo era un muchacho, hijo del director del Diario La Prensa, un tal Gollán al que Héctor le decía que para no aburrirse tanto a veces se ponía a escribir cuentitos para chicos. Una vez le regaló algunos a Gollán y sin que Tito supiera éste se lo llevó a su padre. Estaban tan bien escritos que ese señor le dijo a su hijo que le dijera a Héctor que se lo iban a publicar en la sección literaria del periódico y con su apellido.

Cuando mi hermano se enteró se puso, claro, contentísimo. Pero al saber esto el jefe del Banco de Geología le dio un ultimátum: o trabajar allí o escribir, ya que consideraba que eso no era compatible, le quitaba seriedad a la profesión. Tito no tardó nada en decidirse y ahí fue el comienzo real de su carrera de escritor-guionist. Luego con mi otro hermano Jorge fundarían la Editorial Frontera que publicaba las revistas Frontera y Hora Cero semanal, mientras él pensaba y diseñaba El Eternauta con Solano en casa, en Belgrano.

Patricia: ¿Esa casa es la misma casa donde ocurre la historia del Eternauta?

Nelly:No, la casa del Eternauta es la casa de casado de Tito en Becar. Un chalet grande hermosísimo.

Patricia: ¿Le contó su hermano alguna vez cómo nace la idea del Eternauta?

Nelly: Te puedo decir cómo nace el personaje principal, dado que en esa época era el florecimiento de un actor norteamericano, Burt Lancaster. Tito le dijo a un dibujante que a Bull Rocket le pusiera esa cara, pero con cara de inteligente (nos reímos). Y claro, los demás nombres en el Eternauta son de los amigos de la facultad de Tito. Por ejemplo: Favalli, Juan Salvo y tantos otros.

Patricia: En Capital Federal por el aniversario de los cincuenta años de la aparición de El Eternauta, se hicieron una serie de festejos, exposiciones, y encuentros de historietistas ¿Nunca la invitaron o la vinieron a entrevistar a usted para saber un poco mas de él?
Nelly: No, y la verdad que yo tampoco hice mucho para que supieran dónde vivo y que vivo (risas). Esa costumbre del anonimato me quedó de cuando vivía en Bariloche. Mi apellido no era común, ya mi hermano militaba y te digo que varias veces intentaron engancharme, hacerme caer para localizarlo. Pero nunca me sacaron nada. Siendo empleada una vez vino un muchacho muy apurado, casi sin presentarse, diciéndome que tenía unos dibujos y preguntándome si yo podía decirle cómo encontrar a Tito ya que quería mostrarle sus dibujos. Yo le decía que no sabía hacía nada de él, que fuera a la Editorial para averiguar, pero el insistía, hasta que se fue. Varias cosas de esas me pasaron. A partir de esas situaciones incorporé el no mezclarme con el mundo de la historieta y menos en Buenos Aires. Por eso mi anonimato. Por otra parte me enteré hace poco que figuro como Ilustradora en Internet y, claro, sin más datos. Además ¿sabías? Hay una editorial llamada Oesterheld.

Patricia: Siendo prácticamente ilustradora profesional y sumando sus conocimientos de las técnicas del troquelado ¿Siempre fue, digamos, independiente económicamente?

Nelly: Puedo decir que siempre he vivido de mi trabajo y que era un placer. Hice lo que me gustaba y me pagaban por ello. Y todo por los desmayos, como te comentaba antes, ya que por esa enfermedad tenía que quedarme en casa. No podía emplearme, me aburría y entonces dibujaba. Ya no lo hago porque tengo artritis. Me invitan sí, a concurrir a las ferias del libro infantil para exhibir mis trabajos en Trelew.

Patricia: Gracias, Nelly

Nelly: Gracias por la torta de manzana. Creo que no llega a mañana....